Luis López Carrasco
El desierto blanco
Anagrama, 2023
Nueve desconocidos huyen en globo de unos bombardeos. Deben decidir quién de ellos se tiene que tirar al mar para que el resto pueda llegar sano y salvo a una isla desierta y comenzar una nueva civilización. Los viajeros del globo son los únicos supervivientes de una guerra mundial que ha hecho desaparecer el mundo tal y como lo conocemos. Lo que está en juego, en realidad, no es el futuro de la especie humana, sino un trabajo temporal como vendedor en unos grandes almacenes.
«Así era la búsqueda de empleo en 2011», podría escribir Carlos, el narrador de esta novela, que desde un futuro incierto intenta rescatar, junto con otras voces cercanas y cómplices, el mundo en el que vivió y al que, «por motivos de sobra conocidos, ya no podemos volver». Desde ese enigmático exilio, el narrador rastrea, a través de memorias aparentemente anecdóticas, las oscuras corrientes subterráneas que transformaron la vida de todas aquellas personas que conocía, llevándolas tan lejos de allí.
Aunque ese primer cuarto del siglo XXI parezca un tiempo irrecuperable, quizá al narrarlo, al volverlo a contar como una ficción, Carlos pueda descifrar y redescubrir –como le recuerdan los correos cada vez más fantasiosos y delirantes de su hermano mayor– las claves de una época que parecía inmune a la fábula y la aventura, donde las únicas ficciones toleradas eran aquellas que permitían competir por un trabajo de mierda.
López Carrasco ha escrito una novela excepcional sobre una generación vista desde un tiempo y un espacio ajenos; sobre unos personajes que habitan un extraño territorio que los impulsa a confrontarse con lo que fueron y lo que son. En ese viaje de ida y vuelta que es el recuerdo, sus protagonistas tratarán de reconstruir y, por tanto, de comprender las renuncias invisibles, las alianzas necesarias y las formas imprevistas de la utopía
Puntuación
Reseña
Cuando abrí las primeras páginas de El Desierto Blanco, tuve la sensación de estar ante una novela que prometía mucho, más aún sabiendo que ha sido galardonada con el prestigioso Premio Herralde de Novela 2023.
La novela parecía despegar con fuerza, ofreciendo un universo narrativo con mucho potencial. Sin embargo, a medida que avanzaba en sus páginas, esa intensidad inicial fue perdiendo fuerza, dejándome con una sensación algo agridulce. A pesar de ello, el último de los relatos logró rescatar parte de mi interés.
Es un libro que está compuesto por cinco relatos interconectados que transcurren en un universo post apocalíptico. Sorprendentemente, en este futuro distópico, la acción brilla por su ausencia; en su lugar, nos encontramos con una serie de pensamientos y reflexiones que rememoran el pasado de los personajes.
La nostalgia por el pasado es el elemento central de estas historias, que exploran la frustración y la incertidumbre de una generación marcada por la precariedad laboral. El autor nos ofrece un viaje por la búsqueda y reconstrucción del presente a partir de los recuerdos del pasado. Retrata perfectamente una generación que se enfrentó a numerosos desafíos, hay una lucha constante de sus protagonistas por comprender su pasado y su presente.
Aunque en términos generales la novela no cumplió completamente con mis expectativas, ofrece una reflexión profunda sobre las complejidades de una generación marcada por la adversidad, eso sí, todo ello narrado con una sensibilidad exquisita.