Bien alto ha dejado el listón Jacinta Cremades en su primera novela, en un libro que contiene una gran belleza tanto en su portada como en su interior.

En los primeros capítulos conocemos a Teresa, una mujer que actualmente vive en Madrid, y tras recibir inesperadamente una llamada de teléfono diciéndole que su madre, Maite, a la que hace unos diez años que no ve, ha fallecido en París. Teresa decide trasladarse un tiempo a la capital francesa junto a su hija Lucía para ordenar los asuntos legales y herencia de su madre.

Hacía nueve años que no pisaba París ni tenía contacto con su madre tras la decisión de huir sola hacia Madrid, antes de nacer su hija Lucia. Según avanza la novela, vamos conociendo las misteriosas razones por las que huyó de su anterior vida, tratando de poner su pasado en orden y reencontrarse con ella misma. Volver a París significa para Teresa revivir multitud de historias de su niñez, lo que conlleva el despertar de sombras familiares que creía dormidas.

Mediante los recuerdos que Teresa va contándole a Lucía, vamos conociendo el pasado de Maite, también conocida como La Maga (guiño y homenaje que le hace la autora a Rayuela, la gran obra de Cortázar que tanto me gusta). Según vamos conociendo a La Maga vemos que tiene bastante similitud a la vida que lleva Teresa; su madre hizo como ella, huyó hacia París, tras vivir su juventud en Barcelona en una época franquista cargada de represión y censura. Ambas toman las riendas de su vida, rompiendo las reglas preestablecidas en la época, para poder vivir en libertad y decidir por ellas mismas. Comparten como vínculo en común un pasado familiar de hijas únicas, padres ausentes y deseos de iniciar una nueva vida.

La Maga además dispone de un don particular, tiene visiones y se adelanta a acciones que le ayudan a evitar desgracias. Gracias a este don, llega a trabajar como médium y colabora con la policía para resolver casos de desaparecidos.

En resumen, estamos ante una novela intimista donde se le da una gran importancia al personaje femenino, en la que se esconden secretos, y según avanza la obra se van desvelando. Jacinta Cremades ha conseguido mantenerme en vilo en esta novela, escrita con sencillez, donde existe un halo de misterio por conocer el pasado de los personajes, tres generaciones de valientes mujeres que luchan por la libertad femenina.