David Trueba
Cuatro amigos
Anagrama, 1999
Detrás del desmadrado viaje de vacaciones de cuatro amigos veinteañeros, se esconde una historia de amor. El protagonista, Solo, se suma a la juerga continua y al gamberrismo andante de sus inseparables compañeros tratando de huir del recuerdo de Bárbara, pero cada paso le acerca más a ella, al amor de su vida. La exaltación de la libertad, de la juventud, de la adolescencia eterna termina por recordarles que todo se acaba, que tras las carcajadas asoman las frustraciones. Cuatro amigos es el relato agridulce del final de una época, de una edad.
David Trueba reincide con su segunda novela en el contraste de tonalidades, entre la pura comedia disparatada y el más desatado romanticismo, y despliega de nuevo su talento narrativo en un espacio muy poco transitado en la nueva literatura española.
Puntuación
Reseña
Hace 23 años que David Trueba publicó este libro, y se nota. Acostumbrados hoy en día a lo políticamente correcto, esta lectura, resulta algo incomoda y molesta.
Si tienes algo de empatía, te generará bastante rechazo la actitud de los cuatro protagonistas de esta historia. Cuatro amigos inmaduros, cercanos a los 30 años, se reúnen a bordo de una furgoneta con un pestilente olor a queso y sin un destino concreto, para realizar las «vacaciones de su vida», dejando atrás toda responsabilidad.
Agosto, vacaciones, playa, cero responsabilidades, fiestas… ¿Qué puede salir mal? Pues si, todo lo que puede pasar, pasará.
A modo de road trip, el autor nos presenta durante estas vacaciones a Claudio, Raúl, Blas y Solo, cuatro amigos de toda la vida, con algo en común, andan perdidos sobre cómo hacer frente exactamente a la edad adulta, sin afrontar la madurez y sin saber realmente lo que quieren en sus vidas.
Solo es el narrador de la propia historia, un chico que anda perdido y abandona definitivamente su puesto de trabajo para abordar estas vacaciones, y por si fuera poco, recibe la invitación de boda de su exnovia Bárbara. Típico chico que no sabe estar ni con ella ni sin ella.
Claudio es el más ligón y el que suele tener más éxito con las chicas. Blas, el amigo gordito, simpático y con calvicie, se describe como el clásico pagafantas, al que toda chica se le acerca nada mas que para contarle sus problemas. Y Raúl, ya casado y con gemelos al que la paternidad le ha venido grande y envidia a sus amigos por no tener responsabilidades.
Ha resultado ser un amor-odio este libro, amor por la gran narración y escritura de David Trueba, donde en alguna ocasión se me ha escapado alguna carcajada, pero odio por la manera gamberra, superficial forma de actuar de los personajes, donde su principal fin es follar, haciendo uso de diversión de la mujeres con las que se cruzan. El machismo que hay cada dos por tres me ha echado para atrás.
Entiendo que el famoso autor lo ha hecho a posta para que te sientas incomodo, recordándome esta sensación a alguna que otra obra de Sara Mesa.