¿Preferirías amar más y sufrir más o amar menos y sufrir menos? Creo que, en definitiva, esa es la única cuestión. ¿Quién puede controlar cuánto ama? Si se puede controlar, entonces no es amor. No sé cómo podemos llamarlo, pero no es amor.

La única historia. Julian Barnes

-Ya no recuerdo nada de nosotros. Me armé de valor y pregunté: -¿De nosotros cuando? -De siempre, desde que nos conocimos hasta hoy, hasta que muera.

Ataduras. Domenico Starnone

Me pregunto muchas veces si la infancia es un espejismo. Recurro tantas veces a ella que me da miedo pensar que posiblemente la haya deformado o idealizado. Desde que tengo conciencia de mí misma, he sabido que quería hacerme mayor viviendo como cuando era niña. Volverme adulta haciendo el camino a la inversa, regresar a lo que me rodeaba y me hizo tener tanto apego al campo.

Tierra de mujeres. María Sánchez.

Puedo calcular el movimiento de los cuerpos celestiales, pero no la locura de la gente. Newton

Gravedad. Marcus Chown

Nunca decimos toda la verdad, porque si la dijéramos romperíamos el universo, que funciona a través de lo razonable, de lo soportable.

Ordesa. Manuel Vilas

Tanto para bien como para mal, casi todo en la vida es cuestión de tiempo. Solo crece y aumenta todo aquello que se riega, si se dispone de agua suficiente.

Rialto, 11. Belén Rubiano

Mientras redactaba la inscripción para su tumba, entendí que la primera muerte ocurre en el lenguaje, en ese acto de arrancar a los sujetos del presente para plantarlos en el pasado. Convertirlos en acciones acabadas.

La hija de la española. Karina Sainz Borgo

Cuando engendramos una vida nos abrimos al peligro, al miedo. Al coger a mi hijo en brazos me daba cuenta de lo vulnerable que era yo a la muerte: fue la primera vez que eso me asustó. Sabía demasiado bien lo fina que es la membrana que nos separa de ese lugar y la facilidad con la que puede perforarse.

Sigo aquí. Maggie O'Farrel

—¿Cómo estás seguro de que no hay monstruos ahí abajo, papá? —Porque yo también los buscaba. Y dejé de buscarlos cuando supe que los únicos monstruos que hay están dentro de uno mismo. Así era él. Hablaba de los monstruos que no desaparecían con la luz. «Son los peores.»

Qué vas a hacer con el resto de tu vida. Laura Ferrero

Si pensáramos que nos morimos poco a poco, un poquito cada día, procuraríamos centrarnos en lo que nos hace felices. A menudo nos queremos, y hasta nos permitimos hacernos daño, como si tuviésemos carta blanca para rectificar, todo el tiempo del mundo para aspirar a la felicidad y ninguna prisa por alcanzarla.

El cielo según Google. Marta Carnicero