Título: El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes
Autor: Tatiana Ţîbuleac
Editorial: Impedimenta
Año de edición: 2019
Descripción: Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.
Puntuación:
Reseña: Comienzo el año por todo lo alto, a pocos libros suelo ponerle 5 estrellas y este se merece cada una de ellas.
Con una escritura sencilla, Impedimenta publica esta novela desgarradora, que te engancha de principio a fin, de esas que no puedes dejar de leer hasta que la acabas.
La historia comienza conociendo a Aleksy, un niño que vive con su madre tras haber sido abandonado por su padre, y con una infancia marcada por la muerte de su hermana pequeña. Tras estos acontecimientos, Aleksy muestra un continuo odio por su madre, incluso desdando la muerte de ella, con una dura actitud, y un carácter destructivo y violento.
La madre convence al joven para pasar las vacaciones de verano a solas con él en un pequeño pueblo francés. Aquí es donde la madre le hace la dura confesión de que le queda poco tiempo de vida debido al cáncer que le han diagnosticado. A raíz de aquí hay un cambio inesperado en el carácter de Aleksy.
Es duro que sea esta la forma de reencontrarse y tener una relación con mejor actitud entre madre e hijo. Es sobrecogedora la crueldad de esta enfermedad y la reacción emocional que a mi al menos me causó leer la confesión que le hace a su hijo. Este libro consigue darte un bofetón de emociones en cada una de sus páginas.
En resumen, se trata de una hermosa forma de contar una relación maternofilial que hace que se te erice la piel, y se te despierten multitud de sentimientos, dejándotelos a flor de piel.
Con este ejemplar, Impedimenta ha dejado el listón muy alto para las lecturas del resto del año.