Me enganchó Santiago Lorenzo con su anterior libro Los millones (unos posts más atrás podéis ver su reseña) y no he podido resistirme a leer este. Con un lenguaje similar al anterior libro mencionado, Santiago me ha atrapado con esta original novela, donde cada uno de sus capítulos contiene bastante crítica social, con grandes toques de humor. Santiago Lorenzo ha creado su propio estilo y a mi al menos, me ha ganado con sus novelas, ya que cuentan historias originales, saliéndose de los temas comunes.

Prácticamente tan solo aparecen dos personajes en la novela, Manuel, un hombre sencillo y bastante solitario que podría ser cualquiera de nosotros, y su tío, el narrador que nos cuenta los sucesos de su sobrino.

Todo comienza cuando Manuel tiene un choque casual con un policía antidisturbios que al confundirlo con un manifestante, arremete contra él. Manuel, para defenderse, y haciendo uso del primer objeto que tiene a mano, ataca al policía, clavándole en el cuello un destornillador.

Manuel intenta a toda costa que no sea acusado y decide esconderse en un pueblo abandonado de los tantos que hay hoy en día, el cual lo llama Zarzahuriel, solamente sabiendo su tío de su paradero. Durante una larga época vive aislado de la sociedad, abandonando toda civilización y sobreviviendo con los pocos objetos que dispone en la casa que ocupa. Durante esta etapa se va dando cuenta de que va siendo más feliz cuanto menos tiene. Con tan solo algo de comida, y las herramientas básicas para el día a día comprueba que puede ser feliz así, viviendo en total soledad. Su tío nos va describiendo poco a poco esta soledad con la que vive su sobrino y así conocemos que Manuel llama como los asquerosos a toda aquella persona que necesita del gran consumismo para vivir.

En resumen, una novela actual llena de humor negro, donde la principal crítica es el enorme consumismo que existe. Te hace reflexionar sobre la abundancia de cosas que necesitamos comprar para ser felices y hace que te replantees muchas cosas de tu vida. Otra de las criticas que hace el autor es esa España vacía y la multitud de pueblos que se están quedando sin habitantes.

Estoy a favor de la crítica que hace Santiago Lorenzo y de que seguro que podríamos vivir con muchísimo menos y a la vez, ser más felices. Un libro muy recomendable.