Los amantes de los animales, como es mi caso, disfrutarán mucho de este libro y entenderán como nadie parte de las acciones que describe Sara mesa junto a sus «peludos». Breve en cuanto a número de páginas pero precioso homenaje que le hace la autora a estos pequeños.

Acompañando al texto, nos encontramos entre sus páginas varias ilustraciones minimalistas de Pablo Amargo, ilustrador galardonado con el Premio Nacional de Ilustración, con lo que en mi opinión aumenta el valor de este libro. A mí al menos, me han dado ganas de ampliar algunas de las ilustraciones y enmarcarlas.

En cuanto al texto, estamos ante una pequeña novela totalmente diferente a lo que nos tiene acostumbrados Sara Mesa, un estilo propio tan característico en el que suelen aparecer situaciones y personajes algo inquietantes.

En este caso, nos presenta a un personaje bastante cotidiano, una profesora que se muda de lugar junto a su gato, y siente la necesidad de adoptar a un perro. La acompañamos a través de la búsqueda por saber cuál podría ser la mejor raza para acompañar a su gato. Esta búsqueda le lleva hasta su nuevo fiel amigo a la que llama Perrita Country.

Nos describe acciones tan cotidianas como las que se pueden vivir en el día a día con un un perro/gato y es lo que hace especial este libro. Convivir con ellos es disfrutar de su compañía, y cualquier mínimo gesto es de celebrar.

Me ha encantado cómo analiza cada momento junto a ellos por inverosímil que le parezca a la gente. Yo al menos me sentí muy identificado con estas descripciones.

En resumen, estamos ante un libro que sobre todo recomiendo al que tenga algún gato/perro, ya que valorará y entenderá mejor lo que siente el personaje femenino de la obra. Un pequeño tesoro en forma de libro por conservar en mi estantería, que gracias a la caja literaria Bookish llegó a mis manos.