Haruki Murakami
Primera persona del singular
Tusquets, 2021
Amores de adolescencia evocados con serena nostalgia, jóvenes apenas vislumbradas, reseñas de jazz sobre discos imposibles, un poeta amante del béisbol, un simio parlante que trabaja como masajista y un anciano que habla del círculo con varios centros… Los personajes y las escenas de este esperadísimo volumen de relatos hacen saltar por los aires los límites entre la imaginación y el mundo real. Y nos devuelven, intactos, los amores perdidos, las relaciones truncadas y la soledad, la adolescencia, los reencuentros y, sobre todo, la memoria del amor, porque «nadie podrá arrebatarnos el recuerdo de haber amado o de haber estado enamorados alguna vez en la vida», asegura el narrador. Un narrador en primera persona que, a veces, podría ser el propio Murakami. ¿Es entonces un libro de memorias, unos relatos con tintes autobiográficos o un volumen exclusivamente de ficción? El lector tendrá que decidir.
Puntuación
Reseña
He tenido sensaciones contradictorias con este libro. Hacía tiempo que no leía a Murakami, y he de decir que por lo general, sus textos, me encantan.
Tras leer sus dos primeros relatos, me dejaron totalmente enamorado de nuevo con su escritura. Tras leer estos dos, que ya dejaron el listón bastante alto, los siguientes me han parecido algo más flojos, a excepción del penúltimo, que volvió a gustarme mucho. Por eso digo, que varios de sus relatos me han parecido fascinantes, pero luego otros, no tanto.
Tal como ya he desvelado, se trata de un libro compuesto por ocho relatos, todos ellos con temas muy vario pintos pero con un nexo en común, los recuerdos de los protagonistas sobre un evento de su pasado que dejó huella.
Hay historias mundanas como puede ser el recuerdo de una vida pasada junto a su exnovia, el amor por el beisbol y otras totalmente surrealistas como la historia donde toma cervezas con un mono que tiene el poder de robar los nombres a mujeres, todo muy fantástico y kafkiano.
La música clásica es un elemento recurrente en sus relatos, como en el que nos cuenta que un joven hizo en su juventud una reseña falsa acerca de un disco imaginario, totalmente inventado, y años después se lo encontró físicamente en una tienda de segunda mano de Nueva York.
Leer a Murakami no te deja indiferente, creo que es un autor que lo odias o lo amas, y este libro es otro claro ejemplo de su característica escritura, donde la conversación entre personajes extraños, monólogos internos, y el uso entre la realidad y la irrealidad está a la orden del día. Este autor es pura imaginación.
Hay que saber entender la escritura de Murakami, me da que no es para todo el mundo, tienes que dejar de lado lo racional y echar a volar tu cabeza.