Joël Dicker
Un animal salvaje
Algafuara, 2024
El 2 de julio de 2022, dos delincuentes se disponen a robar en una importante joyería de Ginebra. Un incidente que dista mucho de ser un vulgar atraco. Veinte días antes, en una lujosa urbanización a orillas del lago Lemán, Sophie Braun se prepara para celebrar su cuadragésimo cumpleaños. La vida le sonríe: vive con su familia en una mansión rodeada de bosques, pero su idílico mundo está a punto de tambalearse. Su marido anda enredado en sus pequeños secretos. Su vecino, un policía de reputación irreprochable, se ha obsesionado con ella y la espía hasta en los detalles más íntimos. Y un misterioso merodeador le hace un regalo que pone su vida en peligro. Serán necesarios varios viajes al pasado, lejos de Ginebra, para hallar el origen de esta intriga diabólica de la que nadie saldrá indemne.
Un thriller con un ritmo y un suspense sobrecogedores, que nos recuerda por qué, desde La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joël Dicker es un fenómeno editorial en todo el mundo, con más de veinte millones de lectores.
Puntuación
Reseña
No, Dicker, esta vez no.
Mira que me gusta leer a este autor, es de esos que cada thriller que publica, libro que leo.
Pero esta vez… me ha dejado un sabor bastante agridulce.
Si que se trata de un libro que aunque contenga un gran número de páginas, eres capaz de leértelo en tan solo dos o tres días, como ha sido en mi caso. Realmente lo he devorado, es una lectura muy ágil, cargada de diálogos y montones de capítulos… Pero la historia en sí, no me ha terminado de enganchar como en anteriores ocasiones.
Esta vez la trama gira en torno al robo de una joyería de Ginebra, un misterioso caso que desencadena un puzzle por resolver del que el autor nos hace partícipes.
La protagonista de esta historia es Sophie Braun, una abogada joven y seductora. Vive en una lujosa villa junto a su esposo, un hombre aparentemente ejemplar y sus dos adorables hijos. Todo súper idílico, representan la imagen de la pareja perfecta. Pero esa perfección es solo una fachada que empieza a desmoronarse. Su marido está implicado en actividades turbias, y un vecino que es un destacado policía, los vigila.
Sus vecinos, Karine y Greg, que siempre los observan con cierta envidia también pasarán a ser personajes principales de toda esta trama.
Para entender los oscuros secretos de esta historia es necesario explorar el pasado de todos ellos. Todos los personajes esconden algo, y cada uno se enfrenta a sus propias adicciones y confidencias.
No quiero desvelar mucho más para no hacer posibles spoilers, pero a lo largo del libro aparecen los típicos elementos de los thrillers donde nada es lo que parece.
Realmente me han faltado esos giros inesperados y momentos de esos que te explotan la cabeza que nos tiene acostumbrados este autor. Esperaré con ganas las siguientes publicaciones, de momento, a pesar del amargo gusto que me ha dejado este, tengo ganas ya de volver a leerlo.